Es imprescindible, para que tenga lugar un cambio global, que empecemos por tomar medidas personales. ¿Estamos reciclando nuestras basuras? ¿Evitamos coger el coche siempre que podemos? ¿Ahorramos en el consumo de agua? ¿Usamos bombillas de bajo consumo? ¿Hacemos un uso responsable del aire acondicionado? ¿Apagamos los aparatos conectados a la luz antes de acostarnos? Sería bueno que antes de irnos a dormir, cada noche nos preguntáramos ¿qué he hecho hoy para reducir la contaminación?
Como hemos visto en artículos anteriores (ver resumen del libro “El Poder de la Profecía”), nuestras emisiones mentales y emocionales también tienen una gran incidencia sobre la contaminación general, son su terreno de abono, su base.
Nuestra aportación personal influirá de forma determinante en las decisiones de nuestros políticos. Es hora de tomar decisiones.
Proponemos un pequeño juego concienciador sobre esta cuestión:
-Escribir en diez papelitos distintos diez números, del 1 al 10
-Plegarlos de manera que no se pueda ver lo que está escrito
-Mezclarlos
-Hacer tres respiraciones profundas
Invocar a algún guía o ser de luz con el que estemos familiarizados y formular la pregunta siguiente: ¿Cúal ha sido, en la última semana, mi nivel de participación en la contaminación general?
-Emociones
-Pensamientos
-Costumbres
Plegar los papelitos y elegir uno. Al abrirlo tendremos una pista sobre la orientación a tomar. Si queremos rizar el rizo, podemos escribir en doce nuevos papelitos: Casa I, Casa II, Casa III y así hasta la XII, plegarlos y elegir uno. Así sabremos en qué sector de nuestra vida estamos emitiendo la contaminación. Para conocer el significado de las Casas, ir a la sección “Las Doce Casas”.Soleika y Tristán Llop
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